martes, 27 de junio de 2023

HUMANO SOBRE BLANCO

El espacio de la sala B de la Fundación Cazadores abre sus puertas para propuestas que desde una mirada coreográfica, cruzan la danza con las artes visuales. Es el caso de Blanco [prueba 1], obra que nace de una investigación que explora la relación entre los cuerpos, los materiales y los espacios.

“El proyecto surge desde el campo de la danza en sentido expandido como pregunta sobre los modos de hacer cuerpo y estar con otros. Investiga en torno a la ficción, aún en sus grados mínimos, como posibilidad de extrañamiento o puesta en tensión de la realidad (o aquello que percibimos como tal)”, expresa la directora Valeria Martínez que explica que esta propuesta presenta un dispositivo performático que propone un recorrido a través de tres acciones que suceden dentro de espacios demarcados escenográficamente, los cuales se van activando de forma consecutiva desde el movimiento y la iluminación.

BLANCO es una obra performática que también puede ser pensada como una instalación danzada y plástica. La escenea presenta unos cuadrados blancos en los que se desarrollan diversas formas corpoespaciales que van in crescendo en relación al número de intérpretes que las conforman, en los tres cuadros sucesivos que componen la pieza. 

El primer cuadro de estas tres escenas, nos muestra apenas partes de un cuerpo escondido bajo un lienzo blanco ubicado sobre el suelo de manera horizontal, que tiene un tajo a través del que asoma un retazo de piel.  Si el público no se encuentra muy cerca (o si no ve muy bien), al principio puede confundir el fragmento de cuerpo que emerge con alguna materialidad similar, aún no identificada. Lentamente se descubre, mediante movimientos muy sutiles, que lo que se mueve por debajo y asoma a través de esa grieta, es un cuerpo. 

La imagen que genera hace olvidar, en ciertos instantes, que se trata de un torso humano, de un pecho, una cintura, una cadera, un hombro, un glúteo. 

La siguiente escena está representada por un dúo compuesto por un hombre y una mujer que se expresan con gran gestualidad vincular. La dupla se ubica sobre cuadro blanco que hace de piso y de fondo, que emula un  estudio fotográfico, un infinito de papel sobre el que se dibuja esta carnalidad movediza. Los gestos congelados del inicio se van desdibujando como una foto en movimiento que se descompone en miles de cuadros. La dupla se amolda, se modifica, se yergue como un lienzo vivo mientras circula por esos “infinitos intersticios plásticos, físicos y emocionales” entre el hastío y la excitación, tal como refiere la directora.

El ritmo de cambio de las escenas lo da principalmente la luz, figura clave también en el arte audiovisual y plástico. Así el público es invitado a pasar, con un tenue apagón, al tercer momento. Una escultura en movimiento que pareciera evocar a las tres gracias de Venus. Cuerpos que se conectan, que “se encuentran en jaque”, intersectados por el devenir del otro, en una respiración visible que las mueve del unísono a la separación para de nuevo a amalgamarse, como si fueran un imán humano, atraídas por las vibraciones del cuerpo de la otra. 

La artista propone en esta experiencia una expansión desde la danza hacia las artes performativas y visuales, en busca de otros contextos que contemplen  emplazamientos y vínculos diversos entre artistas y públicos.  Aquí el espectador es invitado a desplazarse y elegir su propia perspectiva, descubriendo los sentidos que su imaginación componga. 

En un pantallazo general, la propuesta recuerda, por su carácter plástico, la serie de cuadros abstractos del pintor ruso Kazimir Malevich llamada Blanco sobre blanco pintada en 1918.  Esta obra pertenece a la corriente del suprematismo que postulaba encontrar, a través de las figuras geométricas, el límite entre lo que puede representarse y lo que no. Malevich llega a un punto cero despojando a la pintura de todo aquello que es representar, para quedarse en lo mínimo de sus elementos. 

La pieza de Valeria Martínez roza estas ideas al tomar el detalle de un gesto, una acción o una imagen, para explorarla desde la sutileza de un micromovimiento hacia su potencia expresiva, multiplicándola en todas sus posibilidades. 


Qué: Blanco

Quién: Creación e interpretación: Georgina Forconesi, Juan Salvador Gimenez Farfan, Julia Gómez, Moira Maillmann, Martina Mora, Yanina Rodolico.- Escenografía: Magdalena Picco.- Diseño de luces y diseño sonoro: José Binetti.- Fotografía: Ana Santilli Lago.- Dirección: Valeria Martinez.- 

Dónde: FUNDACIÓN CAZADORES Villarroel 1440 - Web: http://www.fundacioncazadores.org.ar 

Cuándo: Sábados de junio - 21:30 hs - Hasta el 24/06/2023










martes, 16 de mayo de 2023

#C1BOR6. EL FUTURO LLEGÓ HACE RATO


El Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC), dirigido por Diana Theocharidis, estrenó #C1bor6, el nuevo espectáculo interdisciplinario de la bailarina y performer Florencia Gleizer, una comunión entre la danza y la tecnología concebida junto al colectivo de iluminación Fluxlian, que cuenta con el diseño sonoro de Rodrigo Gómez, los trajes electrónicos de Eliana Guzmán y una videoinstalación de Laila Meliz.

La performance propone una fusión de danza, luz y ciencia ficción como un “viaje entre las fronteras híbridas del mundo digital y el material que experimentamos a diario”, planteando que las personas están cada vez más cerca de la condición de cyborgs. 

El espacio del CETC es un subsuelo dividido por arcos y columnas que permite disparar la imaginación a creaciones diversas, ideal para la experimentación. En este caso, el inicio es a través de un recorrido entre la instalación de luces y pantallas del colectivo lumínico Fluxian, quien trabaja con Gleizer hace tiempo. “Con Fluxlian nos conocemos hace como 25 años y tenemos códigos de trabajo muy afines, hemos hecho distintas cosas juntes, entonces es muy fácil el el ida y vuelta y es un modo de trabajo muy colectivo”, señala la directora.

La obra tiene dos momentos, uno más instalativo y otro más convencional a nivel escénico. En el primero, la gente puede circular libremente y ver unos videos en pantallas dispuestas en algunas zonas de la sala, atravesar luces colocadas en el espacio y observar a dos intérpretes ubicadas en unas esquinas, realizando pequeñas y eléctricas danzas. Todo en medio de una atmósfera humeante y oscurecida rfdpara resaltar los efectos de la iluminación.

Esta elección se hizo apoyada en lo que les proponía el espacio, "una arquitectura súper rica pero muy compleja, donde al principio te dan ganas de hacer realmente muchas cosas y luego ves que hay que ir sintetizando, entendiendo qué es visible y perceptible por el público, porque hay muchas cosas que son hermosas, pero que muy pocas personas iban a poder disfrutar, por los ángulos de visión", como expresa Gleizer. 

En esa síntesis, que nombra la directora, se produce cierta interesante superposición de planos y espacios, aunque luego se entiende que las necesidades técnicas de los artefactos y cables hacen que la pieza deba desarrollarse de manera frontal, al estilo de la caja italiana. La centralidad de la ubicación inicial de las performers genera un espectador ideal, pues varias columnas ocultan la totalidad. 

El espacio sumido en humo es atravesado por las luces en una oposición cromática azul-rojo. Las intérpretes aparecen sin ser vistas como tales. Una especie de núcleo oscuro del que salen haces de luz está ubicado en el centro de la escena. Parece un insecto, una instalación, o una sola persona. No se distingue en la oscuridad más que una imagen futurista que hace viajar por películas de ciencia ficción, pero luego se descubre que son dos intérpretes, vestidas como guerreras espaciales, ejecutando movimientos que se ven desarticulados y mecánicos.  

Las danzas que realizan proponen una coreografía lumínica en una clara relación de la luz con el espacio-proyección. Ese diálogo entre la luz y el movimiento es parte de un proceso largo de investigación en el que fueron probando pequeñas performances y elementos lumínicos. "En este caso, la luz no viene a iluminar, viene también a bailar y a componer, a construir tanto como el movimiento", indica la directora contando que la propuesta la construyeron con Fluxian en conjunto desde el comienzo.

Dibujos de luz y humo generan imágenes oníricas, como un techo o un mar verde, que también pueden emular una nube de contaminación tóxica y llevar a preguntarse si acaso hay una mirada ecológica en eso o si es un señalamiento de lo que se escurre como el agua o lo líquido de la realidad, en alusión al mundo tecnológico y veloz en el que vivimos. 

Con esas luces protagonistas, la performance trae a la mente todo el universo de robots e inteligencia artificial que circula en las inquietudes de ciertas noticias cotidianas, así como pueden surgir otras ideas a partir de la contraposición entre la luz y la oscuridad, que parece dejar ciego al público sumido en las sombras. Así, el hecho de ver o no ver, podría señalar que hay cosas que no son visibles pero están ahí, o acercar la idea de la ceguera vinculada al conocimiento y demás simbolismos relacionados con la vista.
El viaje que sugiere la pieza es posible también por el diseño sonoro que la envuelve. Realizado por Rodrigo Gómez (Proyecto Gómez Casa), posee unas texturas cinematográficas cuya potencia aporta un gran condimento a la ambientación de la escena.
La inspiración en el bailarín y coreógrafo japonés Hiroaki Umeda, que trabaja con con música y visuales, así como los animés, el cine de Kubrick o Jarmusch, las películas Blade runner, Tron,  2046, o los libros de Franco Berardi y Donna Haraway, están súper presentes en la autora y se ven reflejadas en el imaginario que propone esta pieza de Florencia Gleizer, una artista que es cabeza de flecha de esta veta de danza y tecnología. El futuro que el arte sabe traccionar hacia el presente. 

Qué: C1BOR6

Quién: Concepto: Florencia Gleizer, Fluxlian (colectivo lumínico).- Performers Espacio Central: Marisol Moreira, Laila Meliz.- Performers Galería: Ana Giura, Mijal Katzowicz.- Performers Videos: Agustina Ciccola, Laila Meliz.- Diseño y Realización de Dispositivos Lumínicos: Fluxlian.- Iluminación: José Binetti, Fluxlian.- Trajes Electrónicos: Eliana Guzmán, Ceiborg.- Diseño Vestidos Nube: Marcelo Ortega, Unmo Clothink.- Videoinstalación: Laila Meliz.- Música original y Diseño Sonoro: Rodrigo Gómez.- Asistencia de Dirección: Ana Borré, Belara Michán.- Producción: Julia Arbós.- Dirección: Florencia Gleizer.-  

Dónde: Sala CETC, Teatro Colón. Tucumán 1171

Cuándo: 19, 20,  21, y 22 de abril a las 20:00 horas, y el domingo 23 de abril a las 17:00 horas.




lunes, 15 de mayo de 2023

LÁGRIMAS DE KEROSEN. Disidencias en danza


"Pastaba y enredaba en las veredas en un cardumen de cuerpos migrantes sudados.

Cagaba burbujitas de arcoíris, gastaba suela tejiendo textos desarmados.

Captaron y endulzaron los segundos de un dorado opaco y mercantilizado.

La curia, yuta, y machos desmadrados, cómplices cóndor negocios turbios y asociados.

Golpearon los abrazos y el sangrar, el sangrado fue de color picante y rosado.

Tenía alas hermosas en la espalda, tenía alas hermosas y las amputaron.

Pudrieron su entrepierna y su poder, y su poder chato, burdo y sexo-jerarquizado.

Que caiga se des-perche y se haga mierda, Que caiga y se haga mierda, abajo el patriarcado."


Este llanto incendiario es una expresión de protesta que llega de las zonas limítrofes de lo escénico, allí donde Federice Moreno Vieyra se encuentra en "movimiento constante evitando la captura". Zonas de borde, liminales, indeterminadas como ritos de pasaje hacia un lugar aún por existir. 

Desde la escena, el intérprete despliega su existencia en contrastes ambiguos en el que la indiferenciación sexual que propone ese cuerpo que camina frente al público ataca patrones político-estético dominantes, tal como su creador explicita. 

Este artista que ha comenzado su formación en las calles junto a la murga Tocando fondo de la ciudad de La Plata, se planta con una propuesta que cruza la danza, la performance, la proclama, el rap y el voguing para cuestionar las doctrinas que intentan estetizar lo popular, como si al estilizarlo pudieran atrapar algo de lo que intentan dominar. 

Con su cuerpo desnudo, vedado, amputado, se pasea una y otra vez deslizando ideas disidentes que se enfrentan a la norma. Su cuerpo es un grito que se opone a la hegemonía cultural mientras busca su propio lugar, exigiendo el cambio que necesita, la aceptación de la diferencia, del conflicto, de las tensiones que somos. 

Las personas observan atentas lo que se desarrolla desde el gesto, como una posibilidad de comunicación y cuestionamiento, así como desde las imágenes, signos geométricos que disparan sentidos vinculares. Vemos triángulos, líneas, círculos, formas que pueden remitir al movimiento como a las relaciones. “Las geometrías y las matemáticas tienen una gran presencia entre aquellas cosas que me dan curiosidad. Algo de lo sintético y universal en contraste con aquellas urgencias particulares que me incomodan y ponen en movimiento. En este trabajo, esa oscilación desde la abstracción a lo concreto ofrece asociaciones hermosas: cómo una síntesis tan enorme como un circulo o un triángulo en un contexto determinado pueden ofreces lecturas tan específicas. El trabajo sobre signo, símbolo, ideograma, ícono, lenguaje me resulta fascinante”, dice el director, mientras entre aquellos símbolos asoma una vulva.  

El diseño sonoro también bebe de las orillas populares y combina ritmos a los que la voz le pondrá luego el toque de lucha. Un texto que se repite, que cierra como esos círculos tan redondos, como sus movimientos. 

Tanto la corporalidad ambigua, que Federice disfruta porque abre a distintos imaginarios desde lo incapturable que tiene la danza, como las palabras claramente dichas en escena y que abren esta nota, son formas discursivas de mover una pregunta que le atraviesa en relación a recorridos históricos culturales: ¿Qué pasaría si hubieran tenido continuidad otros modos de concebir el mundo? Modos que tal como explica el autor, fueron obturados e invisibilizados (masacrados) constantemente por aquellas culturas poderosas y hegemónicas.

Lágrimas de kerosén trabaja con eso que queda por debajo, "eso que no se transmite en las academias, eso que sigue circulando por otras vías, en las calles”, eso que circula en las danzas contemporáneas desobedientes como un interrogante que inquieta. 

Qué: Lágrimas de kerosén

Quién: Diseño Sonoro: Diego Basile.- Colaboración Artística, asistencia general y producción: Michel Capeletti.- Concepción, puesta en escena, texto, dirección e interpretación: Federice Moreno Vieyra.-

Dónde: GALPÓN F.A.C.E. (FACE) Dean Funes 2142 Web: https://www.proyectoface.com.ar/ 

 Cuándo: 17 y 18 de junio 

domingo, 21 de noviembre de 2021

LOS 7 GATOS Y UNA VIDA


En este juego de palabras del título hay algo de subsistencia que nos dirige al ser humano y su única vida para transitar. Un sobrevivir afectado en este tiempo pandémico por todos los flancos, desde la cultura y el arte hasta la economía y la salud (en el orden que se prefiera).

La obra es como "un gran entierro de todo aquello que llamamos humano”, en las citadas palabras de Tato Pavlovsky, en donde parecemos invitadxs a un velorio al que asisten lxs muertxs que piden paz, como si fuera una misa.

Sabemos que es imposible escapar de las definiciones, necesitamos nombrar. Estas dos décadas del nuevo siglo se asientan en cosas cada vez más complejas y liminales, porque así es el mundo en el que estamos y del que abrevan lxs artistas. La propuesta que dirige Cata Briski es una pieza de danza teatral musical. Una obra escénica que expresa desde la fisicalidad gestual, el movimiento y la música en vivo.

Lxs intérpretes se mueven en el espacio construyendo una grupalidad coral. En esa partitura de lamentos que brotan del gesto deforme del cuerpo, el grupo se vincula físicamente como coro y corifeo. Cada personaje tiene sus características, su sonido, su gesto específico, y en distintos momentos es parte del coro o dirige como corifeo en la realización de una serie de acciones que se suceden casi en loop.

Esta tragicomedia plagada de desmayos corales juega con la caída y recuperación desde el cuerpo, pero su significado puede arribar el concepto de duelo en tanto sufrimiento por una pérdida cuyo dolor hay que atravesar, y la necesaria recuperación posterior.

Sin embargo, su pregunta por la muerte baila en el tono de una banda de gitanos de alguna película de Kusturica. Con una dinámica fluida de absurdos gestuales trae a escena lo que se fue, todo aquello que dejamos, que hubo que transformar, porque “perdió la existencia que le era propia”.

Qué: Los 7 gatos de una vida

Quién: Idea y Dirección: Catalina Briski.- Interpretación: Ángela Babuin, Mariela Bonilla, Agathe Cipres, Carolina García Ugrin, Tomas Melillo, Lis Tejon, Casandra Velázquez, Frida Jazmín Vigliecca, Alejo Hugo Enrique Wilkinson Hassler.- Vestuario: Cristina Tavano, Pepe Ventura.- Iluminación: Adrian Ruiz.- Ilustraciones: Nahuel Piñeiro.- Máscaras: Alejo Hugo Enrique Wilkinson Hassler.- Diseño de arte: Delfina Sirota.-Realización Musical: Agathe Cipres, Tomas Melillo.- Fotografía: Paola Evelina Gallarato.- Diseño gráfico: Abril González.- Asistencia de dirección: María Kuhmichel, Josefina Sagasti.-

Dónde: TEATRO DEL PERRO Bonpland 800 (esquina Vera) Teléfono: 11 64506319 Web: https://www.instagram.com/teatrodelperro/

Cuándo: Sábado - 21:00 hs - Hasta el 27/11/2021

lunes, 15 de noviembre de 2021

COLOSA

 


En esta propuesta hay un cuerpo. El cuerpo expuesto, sufriente, deseante, expresivo, de una intérprete que se propone bailar su vida mientras nos invita a observar estas “inmersiones basadas en el deseo de responder preguntas forjadas en la subjetividad de quien baila, cuyas respuestas no llegarán nunca porque la vida, como el cuerpo, son siendo todo el tiempo.”

Colosa, como femenino de coloso, de algo inmenso en su tamaño, podría ubicar al público frente a una inmensidad que no se apoya en dimensiones físicas pero que puede confrontarlo con algunas cuestiones que por lo menos tienen larga data en la historia humana.

En la sala hay una mujer de boca abierta que muta en sus formas. La danza tiene una capacidad simbólica inmensa, el público proyecta imágenes, construye relatos. Algunos pueden ser más comunes que otros. Con movimientos que activan el músculo cerebral, aparecen trazos de violaciones, de luchas, de abusos, de partos, de escenas pornográficas. Desde una penitente hasta una actriz de “peep show”, la sexualidad brota sin pudor entrelazada con la culpa cristiana, mientras parece oírse el grito de una Evita negra descamisada que aflora en ese pequeño mundo personal que la intérprete comparte desde su fisicalidad.

Acá hay un cuerpo que puede ser fetichizado, en tanto objeto de una devoción abrazada por el sexo o por la religión. Sin embargo, por las preguntas que se hace la autora, parece vincularse a la construcción de la propia sexualidad como una búsqueda singular de identidad.

Esta “bailarina sola que relata su vida en clave de ficción”, abre su cuerpo a lxs espectadorxs mientras se interroga: “¿Cómo se construye el cuerpo de cada identidad? ¿Cómo se construye la sexualidad? ¿Cómo narrarías tu historia?”

 

Qué: Colosa

Quién: Idea, Dirección e Interpretación: María Kuhmichel.- Creación: María Kuhmichel, Michel Capeletti y Carolina Villa.- Música: Pablo Bursztyn.- Iluminación: Adrián Ruiz.- Diseño gráfico y fotografías: Lucas Minhondo.-Coproducción: Teatro del Perro

Dónde: Teatro del Perro Bonpland 800 (esquina Vera)

Cuándo: Viernes 5, 12, 19 y 26 de Noviembre a las 22 hs

sábado, 16 de octubre de 2021

SISMÓGRAFXS DE LA EMOCIÓN

 

La segunda apertura de residencia del programa Transducciones que se desarrolla en el CCM Haroldo Conti, está a cargo de Silvio Lang. El escenario elegido para abrir el proceso de experiencia entre el movimiento, el cuerpo y el texto filosófico, es un espacio amplio con un cuadrado negro ubicado en el centro a nivel del piso. Las gradas y butacas rodean el espacio, por lo que el público es parte del campo visual; lxs espectadorxs pueden verse de frente entre sí mientras miran la escena, al contrario de lo que sucede en un teatro a la italiana, y de esta manera se incluyen en la performance.

Lang sugiere en el programa que la transformación social es “energética, que vive en los tejidos de los cuerpos y en la piel social”. El director invita con su propuesta a sentipensar en ese plus de energía que habita en los cuerpos y que Simondon llama emoción: un movimiento que nos atraviesa y se propaga de manera transindividual.

Sobre un rincón del cuadrado negro de la escena hay un conjunto de colchonetas azules en el que parecen reposar lxs intérpretes. Sus cuerpos están desnudos, expuestos y tranquilos. Algunxs se tocan suavemente o simplemente están en contacto,  el clima es apacible pero guarda en sí cierta tensión, como un rito iniciático.

Lentamente el cuerpo del público, como gran masa que expecta, se acomoda en su lugar para ser masajeado por este mimaje colectivo que se expande desde su visualidad hacia otros sentidos. Los cuerpos contraídos de la pandemia, estresados por una angustia que no fue colectivizada -como expresa el director-, se disponen a ablandarse a través de la empatía kinestésica con lxs intérpretes.

Un loop casi gregoriano suelta su promesa sonora al aire: “Amiga mía, yo sé que nunca vamos a dejar que este amor se nos vaya”.  Con ese sonido que recibe y acoge, lxs “sismógrafxs de la emoción” tienden el puente para experimentar ese “entrecruzamiento feliz de los flujos que atraviesan y transforman a las sociedades.”


La escena es opiácea como una bacanal en cámara lenta. Los cuerpos están en sintonía, en sus mundos interiores y conjugados con el resto a través de diferentes formas de contacto. Se produce una tensión dinámica entre el tocar, vibrar, masajear, apretar, apoyar. La carne es una presencia que se muestra en su envoltorio, en esa desnudez abierta, afectiva y sensible. Los cuerpos SON.

Cada ser desnudo, inmerso en su sentir, nos pone frente a nuestra propia desnudez, a nuestra intimidad. Todo lo que emite ese cuerpo hecho de huesos, músculos, sangre, órganos, saliva, transpiración, jugos gástricos, olores, es tan común siendo tan particular y propio, que trae muchas imágenes para pensar.

Al cabo de un tiempo, la mirada se acostumbra a ese grupo humano desnudo que se mueve por la sala, que se encuentra, se toca, se acaricia, se abraza, se acuesta. Aparece el contexto del Conti con todo su peso histórico a otorgar otros sentidos a esos cuerpos desnudos amontonados en el suelo. Algo del horror, un instante siniestro que se llena de angustia, de dolor, de ausencia.

La piel brilla con el agua y la transpiración. Las personas se ven fuertes y vulnerables en esa gran exposición. La hermosura del ser humano se mezcla con la muerte y la putrefacción. Lo Real asoma su cabeza en el exceso, en lo desestructurado, en la locura, en esos bordes pulsionales que nos enfrentan a nosotrxs mismxs.¿Cuándo fue que las personas dejamos realmente de mirarnos? ¿Cuándo nos olvidamos del animal que somos? ¿Por qué adormecimos los afectos?

El colectivo se nutre de lo que encontramos en común en nuestras intimidades cotidianas.

Qué: Intimidad de lo común

Quién: Creación y performance: Alan Borsini / Flor Sánchez Elia / Jaguar Dorado / Julia Hadida / Julián Dubié / Lucía Amico / Nehuén Zapata / Rodolfo Opazo.- Performance sónica: Valentín Piñeyro.- Voces: María Landeta y Marie Bardet.- Colaboración artística: Paula Garland y Juan Pedro Scioli.- Dirección: Silvio Lang.-

Dónde: Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.-

Cuándo: Sábado 25 de septiembre y sábado 2 de octubre / 20 HS

PRÓXIMAS APERTURAS: Jazmín Titiunik «Como para la bruma» Sábado 6 y domingo 7 de noviembre.-

 

 

 

 


viernes, 8 de octubre de 2021

LA SOMBRA DE UNA NUBE

 

Lxs creadorxs de danza tienen diversas formas de poner en escena una obra, y ésta siempre va a ser una mirada personal sobre la vida y el mundo. El foco puede estar en alguna temática particular, en una sensación, una atmósfera, un estudio del movimiento, un trabajo sobre el espacio, sobre el tiempo, etc. Distintas perspectivas que siempre van a estar atravesadas por el contexto.

En este caso, el director David Señoran realiza junto a su compañía un trabajo coreográfico específico acerca de una problemática puntual: las migraciones. De acuerdo al director, la idea surgió luego de escuchar al sociólogo Grimson en una conferencia donde hablaba sobre los discursos del odio. Esos discursos provenientes de “élites no sólo poderosas sino también conservadoras, que quieren mantener todos sus privilegios: económicos, culturales, étnicos, de género, etc.”, en palabras de Grimson, y que son los que legitiman las políticas neoliberales que van contra los derechos de los desclasados. Este tema es el que aquí se pone en escena desde la danza.

David cuenta que tomó esas ideas y las propuso al grupo que inmediatamente relacionó con las migraciones forzadas, el terror y los derechos humanos.

Los intérpretes le prestan el cuerpo al sufrimiento y desamparo del desarraigo forzado, a través de coreografías que son acompañadas por el relato de un personaje cuya voz pone en contexto la situación, explayándose sobre esos discursos y dando cuenta de la ruptura del pacto social.

Sin leer la gacetilla, la referencia a lxs refugiadxs puede estar presente o no. Pero lo que se percibe en esos cuerpos que corren y danzan en grupo, es una sensación de opresión que se ve acentuada por la caja negra de la sala, la escenografía oscura y la iluminación.

No parece haber un espacio para que el ojo se relaje: los rostros de lamentación, las lágrimas, las caídas, las levantadas en andas, la manipulación de los cuerpos en las danzas; cada fragmento coreográfico está envuelto en esa atmósfera opresiva que el personaje relator refuerza con sus palabras.

La propuesta escénica acompaña desde todos los flancos la temática abordada. Lo sombrío de la ambientación está a tono con la situación que la dramaturgia denuncia. Es la expresión de la miseria, la pobreza, la injusticia y todos los males que aquejan la desigualdad entre los seres humanos. 

La nube negra puede ser símbolo del malestar de la época como de las perspectivas sombrías hacia el horizonte, aunque si nos remitimos al título, la sombra existe porque hay una luz detrás, hay una voz que canta, el impulso de la vida que se expresa en los cuerpos danzantes como en cada espacio en donde la cultura se manifieste.

Esto sucede a pesar de que en la puesta no se vislumbren muchas luces esperanzadoras: lanzar al público a enfrentar la aspereza de la realidad , al estilo bretchiano, sin catarsis que lo libere, es proponer asumir las circunstancias y tomar las riendas de las transformaciones sociales que necesitamos.

En estos momentos en los que muchxs viven la vuelta a las salas teatrales con alegría, la propuesta toca zonas sensibles en medio de las brumas de un futuro poco claro para la cultura. La ruptura de la cuarta pared para poner el énfasis en el presente, es un llamado de atención. Necesitamos sensibilizarnos desde el arte para generar la reconstrucción de los lazos en este regreso al teatro, es importante tener un resto para reflexionar respecto de lo que atravesamos como sociedad, rearmar el tejido desde la cultura para recuperar la entereza y transformar la crudeza de la realidad.

Es tarea del arte agitar las butacas.

 

Qué: La sombre de una nube

Quién: Dramaturgia: Pehuén Gutierrez, David Señoran.- Performers: Lautaro Cianci, Lucas Coliluan, Francisco Cruzans, Celeste Fonseca, Luis Garbossa, Lucia Girardi, Florencia Indomito, Sergio Jardín, Arian Ortellado, Ariel Osiris, Virginia Rossi, Inés Silvestre.- Diseño de vestuario: Laura Sol Torrecilla.- Diseño de escenografía: Alejandro Mateo.- Realización escenográfica: Roxana Ciordia, Gastón Gatti, Norma Rolandi.- Redes Sociales: Social Media Managers, Euclides Pérez, Luis Vallejo.- Música: Juan Barone.- Diseño De Iluminación: David Seiras.- Fotografía: Adrian Arellano.- Diseño gráfico: Pablo Vega.- Asistencia De Producción: Virginia Ayesta.- Asistencia de vestuario: Rocío Gutierrez.- Asistencia de dirección: Julia Sleiman.- Prensa: Prensópolis.- Preparador Vocal: Francisco Cruzans.- Coordinación de producción: Gabriel Cabrera.- Dirección general: David Señoran.-

Dónde: AÉREA TEATRO Bartolomé Mitre 4272  Teléfonos: 4983-6980

Web: http://www.aereateatro.com

Cuándo: Domingo - 20:00 hs - Hasta el 31/10/2021 

Duración: 55 minutos