martes, 8 de junio de 2010

UNA DANZA ONOMATOPÉYICA.

El pasado jueves 27 de mayo se pudo ver en la sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación (CCC) una propuesta presentada por dos artistas brasileros, en el marco de las IV Jornadas de Investigación del IUNA en Nuevas Dramaturgias y Estéticas del Movimiento (donde se presentarán en el transcurso del año varios espectáculos internacionales).


La puesta era el resultado de un proceso creativo realizado por los dos intérpretes que investigaron a nivel corporal distintos lenguajes para poner en escena un mundo de comunicación diversa. Entre las formas de expresión utilizadas había danza contemporánea, teatro-físico, clown y pantomima. Esta conjunción de elementos de interpretación estaba sostenida por un hilo sonoro construido sobre la percusión vocal.

Todos sus comportamientos, sus movimientos espaciales, sus ritmos y miradas (dirigidas al público en una búsqueda de complicidad que no llegaba a ser totalmente definida como extra diegética) tenían como soporte la música que ellos mismos hacían. Los cuerpos de los intérpretes se comunicaban con humor en un intercambio físico que parecía acompañar las onomatopeyas que usaban para dialogar, como los gestos sobre los que se apoyan las palabras en una conversación.

Según la gacetilla, aspectos de la vida de los artistas fueron incorporados en la propuesta. Cuestión ésta difícil de desentrañar hoy día donde los movimientos cotidianos son incorporados en las puestas y lo que se ve en escena pasa a formar parte del mundo de la diégesis.

El uso de una prótesis, muletas y una venda elástica, podía remitir al cuerpo herido del bailarín o del deportista. Un cuerpo explotado físicamente, un cuerpo lastimado, insuficiente, que necesita de ornamentos para poder usarse, un cuerpo objeto, un cuerpo usado.

El trabajo corporal también aludía de cierta manera al cuerpo urbano. El cuerpo que se despliega en la calle al igual que la música al estilo beat box (dentro del mundo del hip hop –danza urbana- es aquél que hace ritmos con su boca). Estos sonidos componían temas rítmicos que convertían la propuesta en un concierto musical callejero. Por eso propuestas como estas abren la pregunta sobre el sentido de la danza.

¿Qué es una obra de danza? ¿Qué la define? ¿O es que la danza, en su abarcabilidad infinita, se expande más allá del movimiento de los cuerpos para crear nuevas piezas? ¿O quizás sólo se lanza a redescubrir su ser en otros espacios? La danza es sonido, luz, color, palabra. Es un texto que se inscribe en los cuerpos, que se proyecta desde los cuerpos, desde su silencio hacia el cuerpo otro que lo escucha y le completa el sentido.

En Dúplice, los sonidos se multiplicaban de manera poética expandiendo su sentido por la sala.



Qué: Dúplice

Quién: Actuación y coreografía: Rodrigo Cruz, Rodrigo Cunha.-Iluminación: Rodrigo Assis.- Fotografía: Layza Vasconcelos.- Producción: Marci Dornelas, Sacha Witkowski.- Colaboración general: Souhail Assal, Erica Bearlz, Valéria Braga, Ernesto Gadelha

Dónde: Centro Cultural de la Cooperación. Avda. Corrientes 1543

Cuándo: jueves 27 de mayo 22 hs.

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