domingo, 31 de julio de 2016

CUMBIA DE CÁMARA

"...la embriaguez de la comunidad en una fiesta, el secreto de la pérdida de la personalidad entre la multitud, de la unio mystica de la alegría..." H.H. (gacetilla de la obra)
El título mismo contrapone en sí aquello que es popular y masivo como la cumbia con una práctica minoritaria como lo es la música de cámara. Esta música refiere a la composición por un pequeño grupo donde cada uno ejecuta una parte, siempre en contacto visual y sin director, en un espacio reducido.
Es una propuesta vinculada a la cumbia realizada por pocos intérpretes, pero sí cuentan con la mirada directriz de la bailarina y coreógrafa Julia Gómez.
Mientras el público se acomoda en la sala, los intérpretes están en escena con unos trajes blancos como si fueran batas para entrar a quirófano. Con ello, dan cierta imagen aséptica mientras realizan con el cuerpo movimientos entrecortados, espásticos. Una luz de fondo proyecta sombras y marca las siluetas.
Son cuatro intérpretes los que construyen, con un ritmo suave y común, una música de cámara que tomará los ritmos de la cumbia. Pequeña composición sonora visual marcada por el compás de sus cuerpos y voces.
Al quitarse los trajes blancos, vemos que llevan ropa vistosa, brillante, fresca. Afín al ambiente que quieren emular. La música que suena cruza la cumbia con diferentes distorsiones, y desde allí se suceden las escenas.
Se pueden ver construidas situaciones diversas. Un momento sensual de pareja, de seducción, pero siempre manteniendo cierta distancia. Un solo de mujer en escena, donde la mezcla con otras bases rítmicas tornan más discotequera la atmósfera. Una escena de banda de cumbia, en la que bailan y tocan, vestidos con unos chalecos brillantes que los unifican como grupo. O un sutil homenaje a Gilda recitado, sobre un fondo sonoro que recuerda su tema.
Todas formas de representar el evento cumbia, como explica su directora, que llegó a construir esta propuesta luego de una extensa investigación sobre el tema.
El poder de lo popular que convoca se percibe en esta pequeña pieza de cámara a través de la potencia sencilla de la cumbia.
Luego de presentar a los miembros del grupo como si fuera el final de un recital de una banda, invitan al público a bailar, a tomar parte del impulso latente en la musicalidad de la cumbia.
Cierra la obra con esta propuesta abierta de celebración, cuyo final dilatado plantea al teatro como fiesta popular y acerca la danza a los cuerpos expectantes de la platea, a compartir físicamente el momento y disfrutar la potencia de la vida.

Qué: Cumbia de cámara
Quién: Autoría y Dirección: Julia Gómez.- Actuación: Gastón barroso, Juan Salvador Giménez Farfan, Julia Gómez, Janice Iandritsky.- Diseño de vestuario: Aty De Summa, Micaela Franzel.- Diseño de luces: Lucas Lavalle.- Video, Fotografía, Diseño gráfico y Producción general: Lucio Bazzalo.- Música original y Dirección musical: Federico Salgado.- Asistencia artística: María Gómez.- Asistencia de dirección: Barnardita Dirazar, Luciana Williman.-
Dónde: EL PORTON DE SANCHEZ Sánchez de Bustamante 1034 Teléfonos: 4863-2848.- Web: http://www.elportondesanchez.com.ar/

Cuándo: Sábado - 23:00 hs.-

sábado, 30 de julio de 2016

LA CORPORACIÓN

Esta pieza de danza es un bello despliegue de la dupla Cortés/Fontán, jóvenes coreógrafos y bailarines que ya concentraron la atención con su anterior trabajo Los cuerpos.
La pieza presenta, al inicio, una construcción humana que se mueve tenue y acompasada como una respiración. El grupo semeja una célula, o un organismo pluricelular. Todos sus miembros permanecen en contacto, ínfimo pero palpable, se observan, apenas se tocan, se sienten. Una conexión que los lleva a moverse casi al unísono.
La corporación es una agrupación de micro organismos humanos, seres vivos que se comunican mediante sinapsis ocultas de percepción sensible.
Su danza es orgánica y simple, a la vez que da cuenta de complejos mecanismos de la naturaleza como la reproducción, la fagocitación, la expulsión de aquello que represente un peligro potencial para el organismo. Aires de antropofagia soplan en este núcleo agrupado.
Con una iluminación cuidada que genera climas de microbiología cinematográfica, la pieza de danza se desplaza en el espacio oscuro de la sala exhalando su movimiento hacia el público.
La imantación hacia uno de ellos, la selección de otro, la retroalimentación, la expansión del grupo o la implosión, son mecanismos que accionan los momentos de danza. La iniciativa puede provenir de uno que llega de afuera o del que resulta expulsado, pero el movimiento es colectivo. Hay tal escucha entre los intérpretes que casi no se percibe dónde comienza o termina el impulso.
La corporación es una asociación de personas que funciona como un organismo sistematizado. Estructura oval que parece ser el punto previo a la formación de otras organizaciones, como la fundación de Roma (con una leve alusión al mito de la loba que alimenta a los gemelos Rómulo y Remo) o el nacimiento de la humanidad a través del parto del primer hombre y la primera mujer.
Una propuesta coreográfica cuyo ritmo orgánico lleva al público a formar parte del suceso mediante su respiración acompasada, y disfrutar del contacto como si formara parte de la escena.

Qué: La corporación
Quién: Actuación: Ariel Calderón, Jazmin Cañete, Victoria Castelvetri, Julieta Ciochi, Luci­a Giannoni, Diego Gómez, Juliana Gonzalez Carreño, Natalia López Godoy, Paz Masi, Rocío Mercado, Mauro Podesta, Sebastián A Reinoso Salinas, Lucila Sol, Abril Lis Varela, Emanuel Zaldua.- Diseño de luces: Paula Fraga.- Video: Ignacio García Lizziero, Federico Perez Gelardi.- Música original: Martin Minervini.- Operación de luces: Paula Fraga.- Fotografía: IgnacIo Cángelo.- Diseño gráfico: Julia Moscardini.- Asistencia general: Lucia Giannoni.- Dirección:  Ramiro Cortez, Federico Fontan.-
Duración: 50 minutos
Dónde: TIMBRE 4 México 3554 Reservas: 4932-4395  Web: http://www.timbre4.com

Cuándo: Jueves - 22:30 hs - Del 04/08/2016 al 25/08/2016

martes, 19 de julio de 2016

FARRA

El público va entrando en la sala poco iluminada como si entrara  en un lugar donde hubiera empezado algo antes de su llegada. Una persona escondida detrás de un objeto se asoma mientras todos se acomodan. Suena una música y él mira, observa al público que se sienta y luego sale de su escondite en actitud temerosa. Sin embargo, se trasluce que es en tono de sátira. Todo parece ser ficción.
Al llegar a otro punto de la sala, saca a su compañero de escena a bailar y ambos se desplazan.  El primero le indica movimientos al segundo que intenta repetirlos a destiempo. Todo es broma, o lo parece. La atmósfera emana cierto humor.
Un abrazo se transforma en lucha, la respiración sonora de la agitación corporal acompaña como una música rítmica e intensa.
La pieza es una especie de collage donde distintos momentos componen un todo muy particular, pasando de uno a otro como por un capricho de la fantasía.
Se habla de la biografía propia y de la ajena, sin importar si es real o ficticia. Es casi una obviedad que ambos ámbitos se contaminan entre sí. La vida es parte del espectáculo. La presunta historia personal hace a la escena. ¿No están acaso, los intérpretes, con toda su humanidad cuando actúan?
Uno de ellos confiesa que no se bailaba en la familia y desde su relato abre toda una reflexión acerca del acto mismo de bailar. Algo social, que también implica cierta exposición, una forma de festejo, de compartir un estado de alegría con los otros.
Esa situación frenada y reprimida físicamente mientras se sospechan miles de sensaciones internas, se pone de manifiesto con una acción potente. Suena una canción cuya letra repite incansablemente “y qué tal si salimos todos a bailar”, ellos miran al público en quietud. Es como una invitación pero nada sucede. Una bola de espejos genera movimiento en la sala, pero nadie se mueve. El público queda aprisionado en su butaca y es posible sentir esa misma impotencia en los huesos.
Así cada uno de los intérpretes abre sus fantasías y las vuelve acto teatral. Travestirse, cantar una canción, llevar el romanticismo de las escenas de películas al extremo paródico. O que un pulpo haga su danza en las profundidades marinas. El público queda atrapado en momentos mágicos de la obra.
Se trata de disfrutar como si pudieran escenificarse los sueños, los imposibles, lo no realizado. Ahí están, construidos en escena.
La ilusión de la vida en la realidad de la ficción.
Irse de farra es parte de eso.

Qué: Farra
Quién: Actuación: Francisco Benvenuti, Andres Granier.- Diseño de vestuario: Mariela Maffioli.- Diseño de luces: Fernando Berreta.- Realización de escenografia: Leonardo Ruzzante.- Fotografía: Ariel Feldman.- Diseño gráfico: Xerquet-Seijos.- Asistencia de dirección: Tomás Trugman.- Prensa: Eleonora Pascual.- Dirección: Ana Gurbanov, Virginia Leanza.-
Dónde: EL EXCENTRICO DE LA 18º Lerma 420  Teléfonos: 4772-6092

Cuándo: Sábado - 20:00 hs - Hasta el 30/07/2016

viernes, 15 de julio de 2016

MUJERES ENAMORADAS

“No estoy interesado en las cosas que me rodean, sino en el misterio de la llama siempre ardiente, llegando de ninguna parte, manteniéndose ella misma en sí, frente a cualquier cosa que alumbre."  D. H. Lawrence (Gacetilla de la obra)

El amor. Estar enamorado. Una primavera constante en el estómago.
Pablo Rotemberg pone en escena su imaginario a partir de este sugerente título sumergido en el amor.
La sala cobija al espectador mientras una voz en off relata en la lengua del amor un texto que comienza tu est comme… (Tú eres como...)
Sombras que se vuelven cuerpos desnudos, avanzan por un puente lateral. Todo el cuadro es bello. Tiene un gran sentido pictórico, una construcción de luces y sombras que se mece entre Goya y Caravaggio. También la belleza del cuerpo masculino desfilando hacia algún cadalso, con sus siluetas silenciosas pisando la escena.
Los hombres se mueven y en su danza se mezclan jugadores de rugby y chicas histéricas. Están en una discoteca o en un vestuario de club. Luchan y se aman. Juegan con el estereotipo del hombre de publicidad de desodorante, que se levanta de la cama, con su olor a macho poderoso.
Las escenas desbordan erotismo y sensualidad. Besos, amor y pasión. Dúos, tríos y cambios de rol. Son una manada de leonas. Fieras enloquecidas atravesadas por la violencia y el sexo.
La pieza construye una coreografía de lo porno. Una pornografía homosexual hecha danza. Un atravesamiento de las sexualidades que desarma juicios o prejuicios, donde la mecanización de los movimientos del acto sexual no hace más que develarnos la biomecánica del ser humano a la vez que desnuda toda su animalidad.
Una fila de hombres pegan en el pecho de otro que resiste la embestida, se la banca, aguanta los golpes con estoicismo. Hay algo de la ridiculez de aquella forma de masculinidad que habría que alcanzar a fuerza de golpes. También se cruzan aspectos del mundo sado masoquista, saltando del puñetazo al beso embravecido, como si hurgara en lo más primitivo del ser humano.
Giros de lo pornográfico a la violencia, del amor a la agresión. De la mecánica a la animalidad. Y en esos extremos llenos de potencia, la belleza del cuerpo humano se expresa en toda su plenitud, liberando grandes dosis de energía, sometida a siglos de sexualidad contenida.
En esa especie de ridiculización de lo genital, la vista se sobre excita, llega al éxtasis y lo sobrepasa. El cuadro viviente se convierte en una orgía de faunos que nuevamente pasan de los besos a los golpes. O de la fiesta erótica a la ronda infantil, sin solución de continuidad. Y que  acentúa este carácter travieso, entre niño y criminal, que anida en cada uno de ellos.
Como una danza de la era post porno, estos cuerpos que interpelan con furia la conciencia del espectador, sacuden los cimientos sobre los que se apoya la falsa moral de la culpa cristiana.
Bailar es estar enamorado.
Porque el cuerpo es una fiesta.

Qué: Mujeres enamoradas
Quién: Intérpretes: Pablo Castronovo, Ramiro Cortez, Javier Crespo, Eddy García, Leonardo Gatto, Ivan Haidar, Gaston Osiris, Emmanuel Palavecino, Mauro Podesta, Sebastian Villacorta.- Espacio escénico y Objetos: Mirella Hoijman.- Diseño de vestuario: Paula Bianchini.- Diseño de luces: Fernando Berreta.- Edición musical: Franco Calluso.- Fotografía: Paola Evelina Gallarato.- Diseño gráfico: Yanina García.- Asistencia de dirección: Milva Leonardi.- Producción ejecutiva: Brenda Lucía Carlini.- Dirección: Pablo Rotemberg.-  Web: http://www.vimeo.com/pablorotemberg Duración: 90 minutos

Dónde: ESPACIO CALLEJÓN Humahuaca 3759 Teléfonos: 4862-1167 Web: http://espaciocallejon.com/